‘Madame Web’, una telaraña tan embrollada que no logra su principal cometido, entretener

Sony sigue experimentando con el universo del Hombre Araña, después de un éxito moderado con Venom (Fleischer, 2018) y su secuela así como de uno de los grandes fracasos en cuanto a estas adaptaciones se refiere, Morbius (Espinosa, 2022). Ahora, toca el turno de una de las heroínas más enigmáticas no sólo de los relatos del amigable vecino arácnido sino de todo Marvel con Madame Web, originalmente creada por los ilustradores Denis O’Neil y John Romita en 1980, una mujer que, desde su infancia, empezó a tener visiones provocadas por sus habilidades clarividentes.
La directora S.J. Clarkson, que no es ajena al mundo de los superhéroes debido a su labor en televisión con proyectos como Héroes (2006-2010), Jessica Jones (2015) y The Defenders (2017), hace su debut en una ópera prima que busca ser independiente de la sombra del apellido Parker sin lograrlo del todo, creando un vehículo de lucimiento para Dakota Johnson, Syndey Sweeney, Isabela Moner y Celeste O’Connor mientras la red de Cassandra Web se entreteje entre su vida como paramédico y el despertar de sus poderes que la fuerzan a enfrentarse a su poderoso destino. Lamentablemente, la idea está lejos de ser bien ejecutada.
Clarkson falla en crear un relato congruente y dinámico, topándose con pared constantemente debido al pésimo guion, algo que no resulta sorprendente debido al historial previo de dos de los escritores, Matt Sazama y Burk Sharpless, mismos que dieron forma a la pésima presentación de Morbius en cines así como tener un rango muy negativo con historias olvidables tales como Dioses de Egipto (Proyas, 2016) o El Último Cazador de Brujas (Eisner, 2015). Aquí no es la excepción, pues a pesar de tener un comienzo interesante, Madame Web crea terribles vacíos que son muchas veces solucionados de la nada.